Es lo que los japoneses llaman caminar entre los árboles, que literalmente significa un baño de bosque. Karoshi es como llaman a la muerte por exceso de trabajo. En cierto modo, el baño de bosque es una vuelta a las raíces. Es una respuesta al fenómeno generalizado en Japón de trabajar más allá de las propias fuerzas, lo que destruye la salud física y mental. En 1982 se creó allí el primer centro de terapia de la naturaleza. La eficacia de esta práctica, originaria del budismo y el sintoísmo, atrajo el interés de los científicos, que reconocieron su validez y sus efectos. En la actualidad existen centros y talleres de terapia forestal en todo el mundo, pero no es necesario recurrir a los servicios de nadie para practicar el Shinrin Yoku. Basta con ir al bosque. Los japoneses recomiendan un ritmo de marcha de 1-2 km por hora, árboles de al menos 5 metros de altura y un cinturón forestal de al menos 20 metros de anchura.
Es importante no utilizar el teléfono. Camina en silencio y si tus pensamientos se aceleran, déjalos fluir hasta que se calmen. La esencia del baño forestal es sumergirse en la atmósfera del bosque y absorberla con los cinco sentidos: vista, oído, gusto, olfato y tacto.
Para potenciar los efectos del tacto, muchas personas practican el "abrazo a los árboles". La siloterapia (del latín silva - bosque), que consiste en abrazar árboles, se basa en elementos de meditación y en el conocimiento científico de que los árboles pueden ayudarnos a sentirnos mejor. Esto se debe a que liberan fitoncidas que no sólo los protegen de parásitos y bacterias, sino que también inhiben el crecimiento de hongos, virus y protozoos. En otras palabras, son una especie de antibióticos para los árboles. Curiosamente, una hectárea de bosque caducifolio (el que tiene hojas) produce unos 2 kg de fitoncidas en verano, mientras que la misma superficie de bosque de coníferas (el que tiene agujas) libera unos 5 kg de estas sustancias.
Los fitoncidas también son beneficiosos para el ser humano: actúan como antisépticos, limpian las vías respiratorias, regulan el ritmo cardíaco y tienen un efecto calmante y protector sobre las células nerviosas. Son responsables de las oleadas de felicidad y relajación que se sienten al pasear por el bosque o acurrucarse entre los árboles. Nos hacen descansar, reducen la tensión muscular y mejoran la salud en general.
Así que si estás cansado, quieres reforzar tus defensas y reducir el estrés, vete al bosque y acurrúcate junto a un árbol: ....
Tamaño: 9,2 x 11 x 1,5 cm
Materiales: Madera contrachapada de abedul, Altara
Tamaño: 7,5 x 7,5 x 1,5 cm
Materiales: Madera contrachapada de abedul, Altara
Tamaño: 11 x 11 cm
Materiales: Madera contrachapada de abedul, Altara
Tamaño: 9,3 x 9,3 cm
Materiales: Madera contrachapada de abedul, Altara
Tamaño: 9,3 x 9,3 cm
Materiales: Madera contrachapada de abedul, Altara
Tamaño: 9,3 x 9,3 cm
Materiales: Madera contrachapada de abedul, Altara
Tamaño: 20 x 20 x 1,5 cm
Materiales: Madera contrachapada de abedul, Altara
Tamaño: 21 x 11 x 1,5 cm
Materiales: Madera contrachapada de abedul, Altara
Tamaño: 20 x 20 x 1,5 cm
Materiales: Cuero PU Berlin, Madera contrachapada de abedul
Tamaño: 21 x 11 x 1,5 cm
Materiales: Cuero PU Berlin, Madera contrachapada de abedul
Tamaño: 22,5 x 13,5 x 15,5 cm
Materiales: Madera contrachapada de abedul
Tamaño: 20 x 20 x 1,5 cm
Materiales: Madera contrachapada de abedul, Cuero Primavera
Tamaño: 18 x 10,5 x 2,5 cm
Materiales: Madera contrachapada de abedul, Altara
Tamaño: 6,7 x 13,7 x 8,3 cm
Materiales: Madera contrachapada de abedul
Tamaño: 14,5 x 11 x 3,5 cm
Materiales: Madera contrachapada de abedul, Altara
Tamaño: 11,5 x 3,1 cm
Materiales: Madera contrachapada de abedul, Cuero Primavera
Tamaño: 9,1 x 10,2 x 0,3 cm
Materiales: Madera contrachapada de abedul
Tamaño: 10,2 x 11,2 x 0,3 cm
Materiales: Madera contrachapada de abedul